"Existe una cosa muy misteriosa, pero muy cotidiana. Todo el mundo participa de ella, todo el mundo la conoce, pero muy pocos se paran a pensar en ella. Casi todos se limitan a tomarla como viene, sin hacer preguntas. Esta cosa es el tiempo."
En las ruinas de una ciudad italiana, vive una niña
huérfana llamada Momo cuya principal virtud es escuchar a las personas. Para algunas personas esta virtud tan rara no es tan especial, pero Momo lo hace con
tanto interés que sirve de ayuda a quien habla con ella y aunque muchas veces no diga ninguna palabra, siempre ayuda a quien escucha. Tiene muchos amigos como Beppo el barrendero y Gigi y le toca
vivir la llegada de los Hombres Grises, trabajadores de el Banco del
Tiempo, quienes parecen haber llegado para convencer a la población de la
importancia de ahorrar tiempo. Estos hombres van afectando la vida de toda la
ciudad consumiendo el tiempo que ahorra la gente, ya que sin este, estos hombres grises no podrían existir.
Este libro que podría en primera instancia parecer infantil, es mucho más que solo un libro de cuentos para niños. Si bien es cierto que lo protagoniza una niña, esta no
tiene superpoderes ni es especialmente sobresaliente, ella solo sabe escuchar. A partir de los sucesos que rodean a nuestra quería Momo el autor reflexiona sobre el tiempo y
el uso que le damos, criticando la concepción de la
sociedad en que vivimos y del uso del tiempo del cual disponemos; nos
muestra como la carencia de tiempo también implica menos tiempo para
soñar, para imaginar y crear, colocándonos así el trabajo y el "ahorro" del tiempo por delante de el orden de
nuestras prioridades. Lo más resaltante de este libro, la enseñanza más importante que el autor nos regala es la siguiente: Las riquezas no sirven si no pueden
compartirse, y el aburrimiento es un mal frente al que tenemos que
luchar. Es importante saber lo que se quiere hacer con el tiempo del que
dispone cada uno.
Este cuento está lleno de metáforas sobre el egoísmo y
la codicia, personificados en estos hombres grises que llegan a invadir la
ciudad y que al parecer nadie logra recordar. Utilizando a niños se
libra de los prejuicios que podemos tener ya de adultos y nos muestra la
importancia de las cosas que hacemos, en que invertimos nuestro tiempo y como muchas veces olvidamos hacer las cosas que amamos por el simple hecho de que hay cosas más importantes o urgentes por cumplir. Y son los mismos niños quienes le explican la situación a los adultos y eso nos muestra que estos mismos niños son los que sufren más la falta de tiempo de los adultos, quienes los dejan de lado por estar ocupados.
Con esta lectura, queridos amigos, les quiero dejar el siguiente mensaje: Si tuvieran un último día, ¿Cómo lo vivirían?
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