El Niño con el Pijama de Rayas

"Cuando exploras, lo más importante es saber si lo que ha encontrado vale la pena. Hay cosas que sencillamente están ahí, sin molestar a nadie, esperando a que las descubran. Por ejemplo, América. Y otras cosas seguramente es mejor dejarlas en paz. Por ejemplo, un ratón muerto en el fondo del armario".

Esta obra nos cuenta la historia de un chico de nueve años, hijo de un comandante nazi del campo de concentración de Auschwitz. El nombre de nuestro protagonista es Bruno, quien con nueve años descubrirá el horror de la guerra. Esta historia comienza cuando Bruno tiene que mudarse a un nuevo hogar, a Auschwitz, y dejar a sus amigos, abuelos y su vida entera detrás.

Cuando se muda a su nueva casa, desde la ventana de su nuevo dormitorio Bruno ve una valla tras la cual hay muchas personas vestidas con "pijamas de rayas". Aquí conoce por primera vez a Shmuel, un muchacho judío que vive al otro lado de la cerca, un día que decide ir a explorar por los alrededores de su casa. En seguida se hacen muy buenos amigos y todas las tardes Bruno escapa de su patio y va a conversar con Shmuel.

Un día, llevado por la curiosidad, Bruno le pregunta a su hermana si sabe quienes son las personas de detrás de la cerca, y ella le cuenta que esas personas son judíos, y que él y su familia son “todo lo contrario”. Al poco tiempo de esta aclaración, Bruno coge piojos y le afeitan la cabeza, acontecimiento que no parece tan importante, pero que hace toda la diferencia, ya que esto hace aún más sencillo el proceso de identificación con su amigo Shmuel y el pensamiento de que “realmente, no son tan diferentes”.

En esta parte se pueden ver lo fuertes que eran los pensamientos de ese tiempo, ya que la hermana de Bruno a pesar de no conocer mucho de lo que hacia su padre siempre lo apoyaba y creía que este siempre tenia la razón, aun sin conocer bien lo que sucedía. Este libro es conmovedor, ya que se nos relata uno de los capítulos más oscuros de la historia desde la perspectiva de un pequeño niño que tiene una forma inocente de ver las cosas, ya que a pesar de ver el mismo lo que sucede en un campo de concentración nazi, no es plenamente consciente de lo que pasa a su alrededor y parece incapaz de comprender esta tragedia.